El cine como un mundo aparte

El cine como un mundo aparte

sábado, 30 de julio de 2016

Jason Bourne: esperado regreso del espía amnésico .

Buenos días a todos. Esta semana toca sesión doble, y hoy vuelvo para hablaros de una película, que a nivel personal llevaba tiempo esperando para su estreno. La cinta funciona a la vez como secuela y como estrategia para hacernos olvidar otra secuela protagonizada por el nada carismático Jeremy Renner. Este post he decidido hacerlo libre de spoilers, así puedes echar un vistazo, aunque no hayas pasado por caja para ver la película.


Jason Bourne supone el regreso de dos pilares fundamentales que componían la franquicia Bourne, Matt Damon como el protagonista (y en esta ocasión para ocupar uno de los puestos de productor) y Paul Greengrass para volver a dirigir, aunque esta vez también ha asumido las labores de guionista junto a Christopher Rouse. En esta entrega vemos como Jason Bourne regresa después de recibir un soplo acerca de la apertura de una nueva operación encubierta que sirve como sustituto de Treadstone y Blackbriar, operaciones que tanto trajo de cabeza al protagonista en las anteriores entregas. Su informante no es otra más que Nicky Parson, ex empleada de la CIA que ya ayudó a Jason en ocasiones anteriores. Nicky también revela otra información que consigue hacer que Bourne decida ir detrás de otro alto cargo de la agencia de espionaje (no puedo decir más sin caer en un spoiler).


En esta ocasión, la crítica especializada no ha estado muy a favor, algo sorprendente ya que desde la primera película hasta la cuarta (si, incluido en esa entrega de Jeremy Renner, de cuyo nombre no me quiero acordar), las críticas han sido positivas. Y se perfectamente el motivo: es otra película de Bourne más, sin aportar nada nuevo. Cosa que me ha dolido en el alma, como fan de la franquicia (excepto de la cuarta película, cuya única función fue cargarse la saga, y encima los críticos fueron demasiado indulgentes con ella), ya que he ido al cine con las expectativas muy altas y me he quedado algo frío. No os confundáis, la película me ha gustado, y mucho. Tiene todos los ingredientes que ha conseguido marcar la diferencia dentro del género de espías: intrigas dentro de la CIA, un desertor desmemoriado que tiene que dar esquinazo constantemente a la agencia mientras hace lo posible por destapar operaciones encubiertas en la que ha estado implicado, y también descubrir su verdadera identidad (o en este caso, descubrir a los responsables de las operaciones). Sin embargo, esta película viene con una sola novedad, Jason Bourne lo recuerda todo, a diferencia de las anteriores entregas en las que el personaje tenía que recabar toda la información acerca de su identidad y demás.  A pesar de todo esto, no hay nada nuevo, nada que consiga sorprender, y encima el final es previsible y abierto para futuras secuelas. Otra cosa que me ha extrañado bastante ha sido la ausencia de Joan Allen, Pamela Landy en El Mito de Bourne y El Ultimatum de Bourne, personaje bastante importante, responsable de que el protagonista descubra su verdadera identidad, y que tambien tiene el añadido que ha sido una implacable directora de operaciones dedicadas a perseguir y capturar a Bourne. Y si tenemos en cuenta que tanto Heather Lee y Robert Dewey (Alicia Vikander y Tommy Lee Jones, respectivamente), que se encargaron de la nueva operación para dar con Bourne, podían haberse puesto en contacto con Landy para conseguir más información sobre el protagonista.

Pamela Landy contactando directamente con Jason Bourne en El Mito de Bourne
Otro hecho que se nota en la película, y que me duele mucho reconocerlo, es que se nota a la legua que tanto como Paul Greengrass como Matt Damon han vuelto a la saga para cobrar el cheque y adiós muy buenas (esto también va por Tommy Lee Jones, que más inexpresivo y desganado no podía estar). Ojo, se nota muchísimo que Greengrass se lo ha currado lo justo para entregar una secuela decente que no aspira a nada nuevo, y sé que de ponerle un poco más de empeño podría haber conseguido una secuela igual de impresionante a la vez que inolvidable, como lo fue El ultimátum de Bourne en su momento.

En conclusión, la película es perfecta para nostálgicos de Bourne (como yo) que esperaban otra película llena de acción e intrigas dentro del espionaje (sin idas de olla tipo convertirse en superagente gracias a una gripe), pero que no aportan nada nuevo. Personalmente, la película se lleva un 8 sobre diez ya que, insisto, si el director le hubiese puesto más empeño, estaríamos delante de una secuela que lo podría petar, coloquialmente hablando.

Buscando a Dory: secuela digna al igual que innecesaria.

Buenas a todos. Hoy estoy para hablaros de la película que tiene el honor de ser el mejor estreno de una película de animación en la historia del cine de Estados Unidos, aunque en España también ha arrasado en taquilla. Pista: es sobre un pez olvidadizo, pero a la vez que adorable. Exacto, me refiero a Buscando a Dory, secuela de Buscando a Nemo.


La secuela de marras nos cuenta el propósito de Dory de encontrar a sus padres después de recordar que ella también tiene una familia. Al principio tiene que hacer frente a las dudas de Marlin, sin embargo, consigue que la ayuden tanto él como Nemo, pero al poco tiempo es secuestrada por uno de los empleados del Instituto Marino de California (vaya, esto me suena). Por lo que Marlin y Nemo tendrán que emprender otra aventura para encontrar a Dory y de paso dar con su familia.
Antes que nada, mi crítica va un poco influenciada por mis sentimientos de la infancia ya que Buscando a Nemo se estrenó cuando yo tenía 7 años escasos, y está película forma una parte importante de mi infancia. El caso es que el anuncio de una secuela fue un poco sorprendente, aunque hasta parecía un poco lógico que haya una secuela enfocada a Dory, pero hay que reconocer que una secuela de una película, que se podría calificar de obra maestra, parecía innecesario.

Y en efecto lo es, es una secuela innecesaria, la mires por donde la mires. Y tampoco llega a superar a la película original, tanto por la trama, los personajes y por el contenido dramático. En primer lugar, la trama repite muchos patrones de la primera película: Marlin sigue siendo el mismo cabezón y un poco bocas, que termina aprendiendo otra lección gracias a su hijo y Dory, un pez que se propone conseguir algo y es secuestrado (Nemo en la primera película con el arrecife, y la olvidadiza con encontrar a su familia), y que Marlin (aunque en esta ocasión va acompañado de su hijo) tenga que emprender otra aventura para encontrar a Dory. Lo que si que hay que destacar como positivo es el clímax en el final de la película, que consigue jugar con los planos de forma que te hace aferrarte a la butaca y que acaba con final feliz.


Por otra parte, me duele reconocer que ni el pulpo Hank, ni las dos ballenas del acuario, ni los padres de Dory consiguen el mismo carisma que tenían Gil y compañía en el acuario del dentista donde Nemo es retenido en la primera película. Otro personaje memorable que se ha echado de menos en esta secuela es el de Darla, y está claro que ella no pintaría nada aquí, pero se ha echado en falta a un personaje a la altura de ella. Además, el contenido dramático en esta película es muy light si lo comparamos con la secuencia de apertura de la primera película, que consigue dejarte con el corazón en un puño. Por no decir que la secuela el contenido dramático se enfoca exclusivamente en Dory y sus padres, sin embargo, las lecciones de vida acerca de la familia y la amistad, que tan bien ha sabido mostrar la primera película, siguen presentes. Pero si hay algo que Pixar sabe hacer muy bien es combinar drama con comedia, por lo que en esta película no podían faltar las escenas cómicas relacionadas con los despistes de Dory, o personajes extravagantes que dan pie a situaciones cómicas como es en el caso de la concha solitaria o de las ballenas Bailey y Destiny.

Destiny ya aparecía en la primera película pero sólo se oía su voz.

En conclusión, estamos ante una secuela digna pero que no consigue superar a la original, y que encima se repite. A nivel personal, habría preferido dejar para la imaginación lo que podría suceder con Marlin y compañía después del final de Buscando a Nemo, ya que conseguir crear secuelas que consigan superar a la original es tarea bastante complicada y que puede dar lugar al fracaso (véase Cars 2 o Monstruos University).
Mi reacción al darme cuenta que MU no era tan buena como se esperaba.